¿Quién era Leo?
El Músico llegó ligero, con apenas un puñado de ilusión en los bolsillos, pero con la música de la vida en el aire de su gaita. Buscaba una casa donde las escaleras fueran las teclas de un piano, y el balcón mirase al Agua y la melodía se escuchase observando el techo estrellado.
Entonces, Leo, el músico, enseñó la casa a su mujer Mercedes, y está al verla dijo: ¿Es posible que todo esto pueda ser nuestro?, porque supo, en ese mismo momento, que haría de aquella casa su hogar. Y en poco tiempo se convirtió en la bodega de todos, porque el músico sólo es músico cuando comparte sus notas y sabe transmitir su alegría.
Hoy nuestros abuelos Leo y Mercedes, que ya nos miran desde allá arriba, estarán muy orgullosos de ver que su casa es ahora un albergue y un rincón para todo aquel peregrino que quiera compartir con nosotros un trocito de su camino en Villafranca del Bierzo.